19 de diciembre de 2009

La crítica destructiva: CREPUSCULO

Si no has visto la primera parte de Crepúsculo y tampoco te has leío el libro y ahora te ves obligao a ir a ver la segunda pa situarte nuevamente en el mercao dejándote ver en la cola del cine como el adolescente sensible y romanticón que no has sido en tu puta vida…(coge aire y perdona, se me han olvidao las comas) léete esta sinopsis de la primera parte pa ponerte al día y no quedar como el pureta gilipollas que realmente eres cuando alguna pivita que se sienta atraída por tí te pregunte:
-¿hombre lobo o vampiro?...y tú contestes – la masa, yo soy más de la masa…
…en fin…suerte picha…

Tompiesa con una pivita que no es ná del otro mundo que está to agobiá con su vida. La típica mosquita muerta. Vamo, que na más verla aparecé en la pantalla le dí un codaso a un friki vestío de cuero y con una lágrima negra pintá en la cara que tenía al lao y le dije: -a esta carajota es a la primera que se va cargá el drácula; fijo…
Totá, resurta que los padres de la mosquita muerta están separaos y ella vive con la madre. Por lo visto, hacer que los protagonistas vivan todavía con sus padres es una especie de guiño a la franja de público al que va dirigida la película. Por eso la película ha triunfao tanto en España. Porque aquí esa franja llega hasta los 41-42 años. De hecho yo acabo de cumplí 37 y la verdad es que me siento identificado.
En fin, a pesar de ser de vampiros la película no da miedo ni ná; a los niñato de hoy en día los quería ver yo viendo “Los chicos del maíz”; yo la vi con 12 años y toavía no tengo cojones de atravesá con er coche ni un sembrao de melone… na má que de pensarlo se me sale el caldillo…
Bueno, la madre de la piva, que está to despendolá, se va de viaje con un novio que sa echao y le dice a la niña que se vaya a pasá una temporadita con su padre que vive en un pueblo to chico. Vamo, que se vaya al carajo ligerito. A la piva no le gusta el plan pero como es una mosquita muerta, traga.
El padre es el sheri del condado, o sea, el policía municipal de un pueblo perdío de la sierra de guashinton; Cuando la piva llega al pueblo se agobia. –Normal que se agobie, -le dije al friki de la lágrima –en los pueblos yanquis no hay carne al toro ni venao en sarsa; además no hay ventas sino burguerkíns. Donde se ponga una buena rebaná con manteca colorá que se quiten los güevos con beicon…¿qué te pasa picha?... –le dije al friki que lloraba a moco tendido –comparto su soledad y su dolor – me dijo el carajote - ¿tú también mueres por una rebaná de lomo en manteca?... –ahí se derrumbó der tó…
El padre le regala una paquetera vieja na má llegá pa que vaya al instituto y le presenta a dos colegas indios que lan ayudao a arreglarla. Esto de la paquetera podría parecer una nimiedad, pero es de gran trascendencia porque si le llega a regalar un megán po no hubiera pasao ná; la piva hubiera llegao al instituto y nadie le hubiera echao cuenta. La película se habría acabao ahí. Pero claro, al regalarle una ranchera de siete metros de color naranja y llena de mierda que no ha pasao la iteuve desde el 72… po la chavala da el cante que te cagas y, como diría mi madre, “se señala” del tirón…
A partir de ahí los guionistas siguen el clásico truco que se usa en las películas de institutos para conseguir hacer destacar a personajes que, como la mosquita muerta, son del montón: juntarlo con to los carajotes del colegio. La típica pandilla que los protagonistas de las películas yankis se echan cuando llegan de novato al instituto: el chino con gafas, la gordita que escribe en el periódico del colegio, el empollón carajote, la cotilla reprimía … en fin, to los picaito y los tonto del colegio.
Un día, está con to los carajotes en el comedor y entran unos nota con una cara de muertos del carajo. Ahí le digo al friki: -¡ahí están los drácula!… El nota se pegó un susto que por poco se quea en er sitio y mientras intentaba calmarse la taquicardia se pone otra vé a llorá –yo no sé pa qué te pinta una lágrima cojone…si tiene to la cara llena tor día…¡llorona!! -le dije. En ese momento caí en la cuenta de que llevábamos más de media hora de película y el único susto que mabía llevao es cuando me dijeron lo que costaban las palomitas y er cocacola antes de entrá.
Ahí en el comedor es donde la mosquita muerta y el drácula se echan la primera miraíta; pero no pasa ná. Luego les toca sentarse juntos en clase y el drácula pone una mala cara del carajo. –Una de dos –le dije al llorona –o la piva sa coscao quer nota es drácula y sa jincao una rebaná de pan con aceite y ajo a tutiplén, o se le ha escapao un peo de categoría…
El drácula no aguanta el pestazo y se va de clase y no vuelve en tres días. Lo mismo hizo el llorona dal lao. Cuando el drácula vuelve empiezan a pestiñear del tirón y, por supuesto, la mosquita muerta se olvida de sus amigos carajotes pa los restos.
Al día siguiente la piva llega al instituto y al bajarse de la ranchera un alumno angango que venía haciendo el gilipollas con la furgoneta pierde el control y está a punto de aplastarla. Pero justo en el último segundo, el drácula pega un sarto desde la otra acera y para la furgoneta con la mano haciéndole un bollo del carajo. -Yastá -pensé -fijo que por fin se lía el taco y se dan un par de hostias güenas…en cuanto el angango vea el bollo y piense en los 900 euro que le va cobrá el chapista… En esto que el angango se asoma por la ventanilla de la furgo y dice: -perdona, ¿estás bien?... -¿perdona?...¿pero tú que mierda de angango ere cojone?... –comenté en voz alta provocando más de un infarto entre los caguetas de los espectadores. Totá, a partir de aquí la piva se pasa media película intentando que el nota le explique cómo ha hecho eso y el drácula haciéndose el loco. La piva se entera de que en la zona hay una leyenda misteriosa y decide investigar, vamo, que pone en el google: “leyendas misteriosas en la zona” y le sale la respuesta del tirón. –¡ay si colombo hubiera tenío interné!… -pensé.
La piva encuentra en internet una librería donde venden un libro que habla del tema y se va a comprarlo, pero al volvé por un callejón oscuro en plena noche, completamente sola y en una película de vampiros… yo pensé que ahora era cuando se iba a liá de verdá. Que iba a aparecé el drácula y le iba a da bocao hasta en el carné de identidá… pero que va, aparecen cuatro kinkis que empiezan a acosarla en plan carajote como en el patio de un colegio. De repente, aparece el drácula en un volvo deportivo -carajo con los estudiantes de instituto… -pensé, -yo llevo 15 años trabajando y no he pasao del for escor de mi padre…totá, el drácula se baja del volvo y se va pa los 4 nota del tirón –ahora si que se va a liá, -me dije. Pero que va, los asusta una mijita y se va con la piva en el volvo. Llevamos una hora de película y toavía no habío ni una patá bien dá, ni un piñazo en condiciones, ni un bocaito por derecho, ni un susto de cagarse… –esto no es una película de miedo, es un pastelón de miedo… -comenté agobiao.
La piva llega sana y salva a su casa; no es que el drácula no le muerda el cuello, es que no le coge ni el culo… Cuando el drácula se va, la piva lee el libro y descubre que el misterio que hay en la zona es que hay vampiros… -¿no te jode?...¿una hora de película pa esto?...si eso ya lo sabíamos tos antes de entrá en el cine cojone… totá, queda con el drácula y le dice que ya sabe lo que es. El drácula le pregunta -¿no te doy miedo?... -¿miedo?... –pensé, -si tiene to la cara de no darle un bocao ni a un frigopié…lo que yo no sé es como toavía no se tan caío los diente de no usarlo... La piva le dice que no, que no le da miedo. Entonces el drácula le dice que le va a enseñá dónde vive y que le va a presentá a sus padres. Lo que se dice un drácula bien enseñaíto y responsable. Se la lleva al bosque y empiezan a subirse por los árboles y a da sarto por tos lao. El nota vacilando de poderes copiao del espiderman.
En una de estas le dice a la piva que viven en ese pueblo porque como siempre está nublao no les da el sol y pueden salir de día sin derretirse. Le dice que se le suba en la esparda que le va a enseñá una cosa y se pone a subí a carajo sacao parriba del monte. El efecto está to mal hecho; se nota un huevo que están subío en un patín o argo así que va por raíles porque no cojen ni un boquete, ni una piedra, ni una rama.… -picha, -pensé -ya podía el productor haber invertío una mijita más en los efectos especiales con to lo que vais a gana en palomita y en entradas a costa de los pubertosos de medio mundo… Totá, que el nota sube hasta lo alto de la montaña y atraviesa las nubes pa que le de el sol en el pechito y le dice a la mosquita muerta: -ira. Yo esperaba que como a to los drácula de to la vida, se le derritiera un poco el pellejo, le saliera humo del pecho y se tapara otra vez con las nubes pa no quedarse como el típico trozo de pinchito que se queda enganchao en la rejilla de la parrilla durante to la barbacoa. Pero un carajo pa mí. Al darle el sol se produce un efecto disney-comparsista lamentable: el nota lleva el pecho lleno de purpurina y la luz se refleja y brilla. La piva to flipá. Iguá que yo.
Luego le enseña el pedazo de chalé donde vive y le presenta a la familia. La familia son to los caramuerto que salen al principio en el comedor del colegio. Son vampiros buenos. Qué bastinaso. Lo estoy escribiendo y todavía no me lo creo. Vaya tela de película. A esta gente los quería ver yo en Transilvania con el verdadero Vlad “el empalador” ensartando gente por el culo como si fueran brochetas. Se iban a dejá de tanta purpurina y pamplina.
La casa está perfecta; ni una pelusa, ni una telaraña, ni un cuadro daleao, ni un ataud por ninguna parte. Le cuentan a la piva que son vampiros que se han desenganchao y que solo comen animales. Lamentable. A partir de ahí están los dos tol día juntitos. Pa animar un poco la peli, aparecen los malos. Los malos son tres vampiros de los de verdad, de los que chupan sangre humana y les va la marcha. Pero eso sí, van vestíos en plan shakira; na de capa negra de cuello alto y esmoquin. Se cargan a tres o cuatro tíos del pueblo y el sheri, el padre de la mosquita muerta, empieza a investigar pero no encuentra la solución del caso. Ahí fue cuando pensé
–picha, búscalo en internet como ha hecho tu hija o pídele el libro que sa comprao…
Un día, están los caramuerto y la piva jugando al béisbol en un descampao y aparecen los malo. Se dan cuenta de que la piva es humana y al intentá papeársela el drácula les echa cojone. Sinceramente, a estas alturas de la película ya no esperaba que hubiera bronca. Y acerté.
Uno de los vampiros malos se encapricha de la mosquita muerta y se dedica a perseguirla en plan pesao. Al final la rapta y como os estaréis imaginando cuando está a punto de matarla empieza a decirle que la va a matá varias veces; como cuando uno se va a ir de argún sitio y empieza a decir que se va a ir y no se va. Lo mismo. Totá, que como era de esperar, aparecen el drácula y los caramuerto y con un par de rempujones y tragantás se cargan al vampiro malo y la salvan. Por gilipollas.
La peli acaba con los dos bailando en la típica fiesta pastelosa de fin de curso que hacen en to los institutos americanos mientras el chino con gafa, la gordita que escribe en el periódico del colegio, el empollón carajote y la cotilla reprimía los miran con la baba caía pero sin rastro de envidia en su expresión. -¡Ea!, -me dije a mi mismo -a esperar a que llegue otra pareja de guays el curso que viene que necesiten de su apoyo y amistad al principio para utilizarlos y darles de lado en cuanto empiecen a salir. Carajotes hasta el final. Mientras comenzaban a salir los créditos sobre la pareja bailando pensé: -desde luego, no me extraña que en EEUU de vez en cuando se le vaya a algún alumno la olla y le quite al padre la recortá…
Al salir del cine, el llorona, el friki de la lágrima que tenía al lao, estaba todavía llorando en un banco. Me miró, y entre sollozos me dijo -¿Qué es el miedo?... -¿el miedo?, -contesté - el miedo es tragarse la segunda parte.

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