17 de junio de 2012

Cadiztorias: "bajopabajo, subeparriba".


- ¡¡¡¡piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!.... ¡¡¡piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!...
- ¡paco!, ¡ya vale coner deíto!...¡mecagoentupadre qués mi marío!... ¿otra vé ta io sin llave, casho mierda?
- ...omáaaaaa...
- ¿qués quiere?, te tenía que dejá dormí en la calle pa que aprenda,que me tiene hastar coño to las noshe iguá oye, ¿tú sabe la hora que é, mamarrasho?...
- niiii... puta idea omá, me se tiene que habé quedao er reló al lao de las llave... jijijijijiji... y er de la farmansia lasquina tiene questá escasharrao porque cada vé que miro na má que da los grado... jijijijiji.... ira.... catorse grado.... jijijijiii... viamirá otravé...jijijijii... catorse grado...jijijijijiii...
- ¿tú ca fumao ioputa?...
- yo ná omá... tu sabe que ya me quitao....jiijijiijiiijiii... catorse grado otra vé...jijijijijijiii...
- catorse grado los que tú lleva en la sangre desgrasiao, valiente mamarrasho de joventú, asín cómo carajo no se va í tó ar carajo?... fíjate la tajá que trae er niñato mierda este, ome...
-que yo no bebo omá...jijijiji... si acaso me hidrato....jijijijijiiii...
-¿a que te quea en la calle con las tontería y te va tené que hidratá con un sharco?...
- joé omá, qué poco sentío delumó...
- ¿sentío delumó?... ¿tú qués quiere?, ¿que te coja er telefonillo a las sinco la mañana y me ría con la que está cayendo?... ¡si con lo que tú ta metío esta noshe comemo una semana!, ¡desgrasiao!...
- que yo no ma metío ná, omá...
- ¡sacabó!, ¡ya no hay más que hablá!, ¡subeparriba!....¡piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!... ¿ya?... ¿sabierto?... ¿niño?...
- jí, omá, sabierto... es questoy hasiendo una cosa y no pueo hablá a la vé...
- ¿no testará meando en la casapuerta?, ¿no?...
- no omá, cúestate ya joé!... Por lo bajini mientras trata de colocar shivato y vaso en lo arto: cada vé hasen mástresho los telefonillo...
- ¿cómo?...
- ¡ná, omá!, ¡cosas mías!
- ¡a que bajopabajo!
- noooo...
- ¡po subeparriba!
- ¡piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

14 de junio de 2012

6 de junio de 2012

Valdevaqueros, el último coletazo

Reza un viejo proberbio gaditano que me acabo de inventá: “Corvina a bordo o en brazo, que no de el último coletazo”. O como diría el replicante de bleid raner, “yo he visto cosas que vosotros no creeríais, a pescadores más allá del “faro las puercas” quedarse con to la cara partía tras izar el bicho a bordo y presenciar engilipollaos  como la bestia, aparentemente moribunda sobre la cubierta, concentraba toda su fuerza en un último y portentoso coletazo que la devolvía al agua dando al traste con casi dos horas de lucha en el mar… he visto a viejos lobos de mar más allá de “la piedra que revienta” humillados y llorando como niños tras posar con la fiera en brazos y sentir como esa prodigiosa fuerza de la naturaleza les obligaba a soltarla a base de coletazos mientras caían de espaldas al agua perdiendo las gafas y echando a perdé el aifon y el paquete de ducados…”

Hay que ser carajote… ¿verdad?... pues cambien a la noble corvina por el mafioso sector del ladrillo y apliquen el mismo proverbio: “Promotor amigo del ladrillazo, que no de el último coletazo”. Porque eso es Valdevaqueros; el último coletazo de una época de corrupción desenfrenada en torno al ladrillo (y al pladur, que no se nos olvide). Y no debemos permitirlo porque se nos quedará la misma cara de gilipollas que al que pierde una corvina de 60 kilos cuando ya casi había acabado con ella. Cuanto más cerca esté el fin de la época del ladrillo y la burbuja inmobiliaria, más peligrosos se volverán los que la han inflado y se han enriquecido a su costa. 
 Los “cortosdevista a sabiendas” (o no), que gestionan nuestros municipios no han sido elegidos por las generaciones futuras y no deberían tener poder de decisión sobre cuestiones que, aunque radicadas en su término municipal, afectan a un espacio y un tiempo sobre el que no tienen jurisdicción.   Debemos evitarlo, en serio. No dejemos que en el futuro, cuando nuestros nietos estudien en clase de historia esta época y esta crisis que es su final, tengan que aprenderse un capítulo titulado “Valdevaqueros, ejemplo y final una época” que empiece así:
“A mediados de 2012 el nivel de corrupción superó a la prima de riesgo en más de 500 puntos permitiendo a los promotores que poseían mayor información sobre los chanchulleos de los gobernantes acceder a espacios y recursos hasta ese momento intocables como la Ensenada de Valdevaqueros en Tarifa, Cádiz.

Tras destaparse que la familia real se dedicaba a trapichear para llegar a fin de mes, que el presidente del consejo del poder judicial pagaba con dinero público hasta el ratón Pérez de sus nietos, que el pepé valenciano lo formaba gente que se vestía por los pies pero con ropa pagada por todos, que el rey se cogía bajas por accidentes laborales cuando se caía matando elefantes en bosgüana, que el papa vino a Valencia porque a algunos políticos les hacía falta un reloj y/o un coche, que la junta de Andalucía dedicaba ingentes cantidades de euros a la cría y engorde de reptiles en cautividad, que el exministro de economía, expresidente del FMI, expresidente de Bankia y doctor en economía Rodrigo Rato no sabía  sumar ni restar y donde sobraban 300 faltaban 3000, que el director general de empleo de la junta de Andalucía se gastaba millones de euros en dar empleo a camellos, putas, chulos y chóferes cocainómanos y que el gobierno asfixió a los ciudadanos con recortes al mismo tiempo que promovió una amnistía fiscal anónima para que sus amigos, testaferros  y familiares lavaran su dinero… España fue intervenida.

A comienzos del verano los nuevos jefes impusieron las nuevas reglas sometiendo aún más a la nación. Mariano Rajoy, el presidente, aprovechó un viaje oficial a Brasil para pedir asilo político. Desde allí, arrastrado por los escándalos de corrupción en su círculo más próximo, presentó la dimisión. La primera medida que tomaron los nuevos jefes desde Europa fue nombrar un nuevo presidente con un perfil más técnico; más capacitado para gestionar los recursos y tener a la gente contenta y calladita. Así fue como el dueño de Mercadona se convirtió de la noche a la mañana en presidente de España. Nada más jurar el cargo dio el impulso definitivo al plan que el ayuntamiento de Tarifa había  aprobado para Valdevaqueros   acelerando el reparto de sobres entre los responsables de la Junta y el de productos “Hacendado” entre los vecinos. Con la esperanza de obtener un puesto fijo de reponedor en el Mega-Mercadona que a última hora se añadió al proyecto, o de peón en la gigantesca obra prevista, miles de tarifeños y habitantes del campo de Gibraltar acudieron a finales de julio a la zona provocando un efecto llamada que movilizó a miles de desempleados de toda Andalucía e incluso del cercano Marruecos.  Gracias a la reciente reforma laboral que el gobierno había llevado a cabo pocos meses antes muchos trabajadores trabajaron casi gratis y en condiciones infrahumanas por lo que se consiguió tener la obra  terminada a finales de 2012. Todo un record. Para entonces, lo que hasta hacía poco era uno de los sistemas dunares más espectaculares de Europa, ya se había convertido en un faraónico monumento al despilfarro, la corrupción y la indiferencia ciudadana.
Pocos días antes de fin de año, cuando se ultimaban los detalles para la inauguración, saltó el levante. Y fue premonitorio. Un enorme y autóctono temporal,  de más de 15 días, en el que no pocos creyeron ver el fin del mundo pronosticado por los mayas, mantuvo el lugar vacío. Los fastos tuvieron que ser retrasados hasta cuatro veces y poco a poco, con los sobres llenos, cada uno volvió a lo suyo olvidando que aquello había que mantenerlo y sobre todo habitarlo. Como nadie vivía allí, y era enero, nadie se quejó. Las vacas volvieron a campar a sus anchas como en Nueva Delhi.
Ese tramo de costa que paradójicamente se había librado del desarrollismo de la década de los 70 del siglo XX gracias a su carácter militar y que  por tener a Eolo como ilustre residente había  permanecido inhóspito turísticamente hablando (hasta que a alguien le dio por clavá el palo de un frigopié en lo de dentro de un choco  inventando el windsurf),  fue donde se libró la última batalla de la burbuja inmobiliaria.  Batalla que dado el nivel de indiferencia general, el desánimo y el sálvese quien pueda, perdimos. Pero fue gracias a aquella derrota y a la contemplación de aquella devastación paisajística  cuando nos dimos cuenta del tamaño del disparate y de que, ante su irreversibilidad, sería más llevadero para nuestra conciencia y salud mental tomar la derrota como necesaria para justificarnos ante las futuras generaciones…”

P.d.: yo no he cogío una corvina en mi vida. Ajolá. Tampoco he hecho güinsur ni he dao sarto con una cometa en valdevaquero. Es más, la mayoría de las veces que he estao por allí me he vuerto cagándome en los muertos del levante que me pinchaba las piernas y me llenaba de arena el tinto. Eso si no tenía además que salí huyendo perseguido por una vaca cuando iba buscando un sitio pa cagá  (la vaca no, yo). Pero prefiero un paisaje salvaje de levante , arena y majás de vaca a la salvajada que sólo va a sacar de pobres a los de siempre. No hay ninguna necesidad, carajo. ¡Corvina a bordo o en brazo, que no de el último coletazo!!!...