20:30 hrs. de la tarde del día de nochevieja. El corazón va rápido por las emociones que deja el año que se acaba y las ilusiones que trae el que empieza. Y por las habituales prisas previas a este tipo de celebraciones:
-¡venga que no llegamos!... -¡to los año igual!... -¡corre que nos están esperando tus padres!... -¿dónde has aparcado el coche?... -¿has cogido el vino?... -papá, quiero hacer pipí... -cuidao con los canapés, no inclines la bandeja... -¿qué necesidad tenemos de ir corriendo a tos laos?... -papá, quiero hacer pipí... - aquí está, abre... -¿y la llave?... -¿no la has cogido tú?... -mira bien en el bolso... -papá, quiero hacer pipí... -¡ah!, la tenía yo en el bolsillo!!... -venga niños, padentro!... -cuidao con los canapés!... -joder con los canapés, trae pacá!... -papá, quiero hacer pipí... -las nueve menos cuarto, qué vergüenza!... -ya está plegao el puñetero carrito, arranca!... -papá, quiero hacer pipí... -¡allí hay un sitio!... -no, es sólo motos... -allí!... -no, es minusválidos... -¡ahí se va uno!... -¿sale?... ¿no?...mecagüensuputamadre... -papá, quiero hacer pipí... -¿y los canapés?... -¡hostia!, ¡en el techo!... -¡para!... -¡me cago en los muertos del 2012!, ¡ar carajo los canapés!... -¡qué vergüenza!... -no te preocupes, ahora buscamos un chino... -¡niño!, aprovecha y baja pa hacer pipí... -es que ya no tengo más ganas... -¡¡¡noooooo!!!... -¿has cogío una muda?...
De repente, cuando consigues reanudar la marcha, se te pone delante la furgoneta de la foto: "Mariscos Camilo. Estilista licenciado en manjares del mar".
Todos los ocupantes que sabemos leer, enmudecemos. Los que no, a la vista del logo, también. Pasa un ángel; mejor dicho, un langostino, y nos mantiene callados el tiempo que dura el rojo.
Parece algo premonitorio e ilusionante. -"Vaya pechá de gambas que meviameté entre pecho y espalda", parece pensar el chico cuando lo miro por el retrovisor sentado en su sillita. Porque no sabe hablar, pienso, si no fijo que diría en plan película de espías: -"¡siga a ese coche!... ó -¡no pierda de vista esas gambas!...".
Cuando llega el verde, abre al mismo tiempo el paso y la imaginación. Y mientras sigo al licenciado caigo en que llevo todo el día escuchando "feliz año!" por todas partes.Y me fuerzo a imaginar que si, que por qué no, que a pesar de todo este año va a ser bueno. Y decido interpretar como un buen augurio que una furgoneta así nos conduzca al 2013. El ánimo se viene arriba y se disfruta de la cena y la compañía. Se ríe, se brinda, se canta y se bebe y se vuelve a beber; como pez en el rio.
Y amanece el 2013. Y la resaca arroja a las playas de nuestra realidad la subida de la luz y el euro por receta. Y la subida de los transportes. Y más Eres. Y un titular que anuncia que el peaje a sevilla sube a 7 pavos y pico. Y otro que anuncia que a Rodrigo Rato lo enchufan de consejero de Telefónica...
Y entonces uno se da cuenta de que la dichosa furgoneta ha sido como el conejo blanco del cuento que al grito de ¡vamos a llegar tarde! nos ha conducido a empujones al otro lado del espejo, al 2013.
Solo que aquí, al contrario que en el cuento, no hay vuelta atrás. Hay que quedarse, y que joderse admitiendo que la furgoneta era real y que las gambas no eran para nosotros.
Serían para Rato. Qué cabrón.
Feliz año. Disfrutad cada momento. Aunque dure un semáforo.
¡Que post más genial! Habría que escribir un libro sobre las historias que nos suceden al volante :)
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