7 de enero de 2013

¡Siga a ese coche!...

20:30 hrs. de la tarde del día de nochevieja. El corazón va rápido por las emociones que deja el año que se acaba y las ilusiones que trae el que empieza. Y por las habituales prisas previas a este tipo de celebraciones:
-¡venga que no llegamos!... -¡to los año igual!... -¡corre que nos están esperando tus padres!... -¿dónde has aparcado el coche?... -¿has cogido el vino?... -papá, quiero hacer pipí... -cuidao con los canapés, no inclines la bandeja... -¿qué necesidad tenemos de ir corriendo a tos laos?... -papá, quiero hacer pipí... - aquí está, abre... -¿y la llave?... -¿no la has cogido tú?... -mira bien en el bolso... -papá, quiero hacer pipí... -¡ah!, la tenía yo en el bolsillo!!... -venga niños, padentro!... -cuidao con los canapés!... -joder con los canapés, trae pacá!... -papá, quiero hacer pipí... -las nueve menos cuarto, qué vergüenza!... -ya está plegao el puñetero carrito, arranca!... -papá, quiero hacer pipí... -¡allí hay un sitio!... -no, es sólo motos... -allí!... -no, es minusválidos... -¡ahí se va uno!... -¿sale?... ¿no?...mecagüensuputamadre... -papá, quiero hacer pipí... -¿y los canapés?... -¡hostia!, ¡en el techo!... -¡para!... -¡me cago en los muertos del 2012!, ¡ar carajo los canapés!... -¡qué vergüenza!... -no te preocupes, ahora buscamos un chino... -¡niño!, aprovecha y baja pa hacer pipí... -es que ya no tengo más ganas... -¡¡¡noooooo!!!... -¿has cogío una muda?...
De repente, cuando consigues reanudar la marcha, se te pone delante la furgoneta de la foto: "Mariscos Camilo. Estilista licenciado en manjares del mar". 
Todos los ocupantes que sabemos leer, enmudecemos. Los que no, a la vista del logo, también. Pasa un ángel; mejor dicho, un langostino, y nos mantiene callados el tiempo que dura el rojo.
Parece algo premonitorio e ilusionante. -"Vaya pechá de gambas que meviameté entre pecho y espalda", parece pensar el chico cuando lo miro por el retrovisor sentado en su sillita. Porque no sabe hablar, pienso, si no fijo que diría en plan película de espías: -"¡siga a ese coche!... ó -¡no pierda de vista esas gambas!...".
Cuando llega el verde, abre al mismo tiempo el paso y la imaginación. Y mientras sigo al licenciado caigo en que llevo todo el día escuchando "feliz año!" por todas partes.Y me fuerzo a imaginar que si, que por qué no, que a pesar de todo este año va a ser bueno. Y decido interpretar como un buen augurio que una furgoneta así nos conduzca al 2013. El ánimo se viene arriba y se disfruta de la cena y la compañía. Se ríe, se brinda, se canta y se bebe y se vuelve a beber; como pez en el rio.
Y amanece el 2013. Y la resaca arroja a las playas de nuestra realidad la subida de la luz y el euro por receta. Y la subida de los transportes. Y más Eres. Y un titular que anuncia que el peaje a sevilla sube a 7 pavos y pico. Y otro que anuncia que a Rodrigo Rato lo enchufan de consejero de Telefónica...
Y entonces uno se da cuenta de que la dichosa furgoneta ha sido como el conejo blanco del cuento que al grito de ¡vamos a llegar tarde! nos ha conducido a empujones al otro lado del espejo, al 2013.
Solo que aquí, al contrario que en el cuento, no hay vuelta atrás. Hay que quedarse, y que joderse admitiendo que la furgoneta era real y que las gambas no eran para nosotros.
Serían para Rato. Qué cabrón.
Feliz año. Disfrutad cada momento. Aunque dure un semáforo.

1 comentario:

  1. ¡Que post más genial! Habría que escribir un libro sobre las historias que nos suceden al volante :)

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