Siempre me llamó la atención la desidia del gaditano ante la posibilidad de viajar. El poco interés, casi desprecio, hacia lo que hay más allá de Puertatierra o Cortadura. El miedo a cruzar el puente Carranza; como si fuera a derrumbarse impidiendo la vuelta atrás.
Por más que lo intenté nunca llegué a comprenderlo. Hasta hoy. ¿Para qué viajar si todo lo que hay que ver pasa aquí?...
Veo la final de la champions en una casa del centro. Son las once y pico de la noche y el Barsa acaba de endiñarle un tresuno al manchester. Los jugadores lo celebran en el campo mientras se preparan para recoger la copa. La ceremonia va a comenzar, pero de pronto... ¿qué es eso?... ¿una banda de música?... ¿se ha adelantado el diyei de wembley?... No. Viene de la calle. Corriendo abro la ventana, salgo al balcón y... ¿una procesión?...¿el 28 de mayo?... ¿a la vez de la champion?... ¿y hay gente?... Para intentar ofrecer un testimonio de calidad de lo que veo pulso el zoom de la cámara. La imagen se acerca pero no es clara debido a las deslumbrantes farolas situadas a ambos lados de la calle. No se ve la procesión ni la banda pero se ve un grupo de gente, espectadores o parte del cortejo-penitencia, que corta el tráfico impidiendo el paso de un taxi hacia la plaza del Palillero. Plaza donde permanecen acampados los indignados gaditanos del 15M. ¡Carajo!... (pienso) ¡qué oferta cultural pa un sábado noche!, pa que después digan que el Ayuntamiento de Cádiz no se curra el tema cultural… Igual hoy paso de ver La Noria y me voy a celebrar el triunfo del Barsa viendo procesiones y durmiendo en el Palillero… si es que ya lo dijo el poeta: “Hay otros mundos, pero están en Cádiz”…
JuajuajuaJuajuajuaJuajuajuaJuajuajua!!!
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