9 de enero de 2011

Zapping perspectivo: Obsolescencia programada y supercasas

Acabo de ver un documental en la 2 de esos que te dejan pillao varios días. Va del consumismo y el usar y tirar y por desgracia me ha servido para darme cuenta de que algunos pensamientos que tenía no eran paranoias ni conspiraciones imaginarias tipo "vivo en matrix". Tienen un nombre: obsolescencia programada. Su puta madre.
Para no alargarme en la explicación del término lo resumiré en una frase típica en boca de mis padres: "Ya no se fabrican lavadoras como las de antes" (cámbiese lavadora por lo que sea). El documental les da la razón. Las lavadoras y en general todos los productos de consumo empezando por las bombillas y acabando por las impresoras están programados y planificados para irse al carajo más pronto que tarde. O sea que antes, en tiempos de mis abuelos y mis padres, cuando uno conseguía ahorrar pa comprarse una lavadora  o un frigorífico y se entrampaba hasta las cejas sabía que estaba haciendo una inversión; sabía que la lavadora pasaba a formar parte del patrimonio familiar y que cuando éllos faltaran la heredarían sus hijos. Ahora un carajo pa mis hijos. Y otro pa mí.
El documental muestra cosas curiosas como que al principio las bombillas se fabricaban para durar lo máximo posible, unas 2500 horas, pero que luego las empresas decidieron empeorar la calidad haciendo que duraran menos para vender más. Ahora me explico lo de la luz del pasillo; la he cambiao siete veces en dos años. Su puta madre eguein.
En el documental sale un nota que ha descubierto que las impresoras llevan un chip que cuenta las hojas que imprimes y cuando llega al número que le han programao se bloquean y dejan de funcionar. Eso me ha hecho sentir fatal. Con la de guantazos que yo le di a la mía cuando se estropeó y ahora resulta que la pobre no tenía culpa de ná, que había sido programada para autodestruirse... en fin, ma dejao cargo de conciencia. Espero que estuviera autodestruida del tó antes de pegar con el suelo tras tirarla desde el quinto.
Recuerdo como mi abuelo, nacido y criado antes de la puta obsolescencia programada, enderezaba y guardaba en botes reutilizados de mermelada o mayonesa los clavos que sacaba de la pared o la madera y yo le decía que eso ya no merecía la pena, y que a él, que había trabajado toda su vida y había creado un pequeño patrimonio, no le hacía falta, que los clavos nuevos no costaban casi ná... ¿casi ná?... pues a este paso, como no cambiemos, dentro de pocos años se dirá: "ya no se fabrican abuelos como los de antes". Y tendrán razón en decirlo nuestros nietos cuando vean la mierda de mundo que les vamos a dejar por haber dejado de enderezar y reutilizar los clavos. La crisis debe tener una consecuencia positiva y debe provocar un cambio de mentalidad en la utilización de los recursos porque si no sirve "ni pa eso", entonces no será una crisis, será un deénd.
Luego ma dao por poner la sexta y estaban echando un programa que se llama "supercasas". Te enseñan casas impresionantes con vestidores más grandes que mi piso, piscinas desbordantes, domótica y vates sin paredes con vistas a la sierra de Madrid (digo yo que enfrente, en la sierra de madrid, venderán chalés con vistas al vate del gilipollas del dueño). Todas muy modernas, muy blancas, con muchas líneas puras, muy minimalistas y completamente vacías de contenido y de vida. Ha salido una que era un bastinazo y después de que un arquitecto pijo enseñara con detalle sus 700 m2, va y dice señalando un rinconcito apartado de unos 40 m2 con dos sofalitos, una mesa camilla y una tele: "y ahí es donde realmente los dueños hacen vida". Pa mandarlos al carajo. A los dueños y al arquitecto.
Luego ha salido otro carajote enseñando su casa. Ha tardao diez minutos en recorrer el pasillo que va desde su dormitorio al de su hija recién nacida; los de la sexta han metío hasta un intermedio en mitad del pasillo. Un pasillo, en boca de su propietario: "largo, blanco, minimalista y evocador"... ¿evocador?, he pensao yo, po como la niña te salga llorona y te tenga que recorré el pasillo seis o siete veces to las noche, ya te va evocá tú en los muertos de más de uno... en fin, así nos va...

3 comentarios:

  1. Pues sí, Carlos. Yo también he visto el programa de la obsolescecia. Desde entonces, respiro más tranquila. ¡Uf¡ qué alivio, no eran paranoias mías. Te juro que lo del chip lo había imaginado tal como lo mostraron en el programa. Quizá no lo había pensao de las impresoras pero sí de los electrodomésticos, los cohes...
    Bueno, buscando una frase en internet, me he encontrao tu blog (esto es un blog, no?) y no he he podido resistir comentar algo.
    ..no veas mucho la tele, a ver si vamos a descubrir la verdad demasiado pronto y no nos vaya a dar tiempo a imaginar más... je!
    Por cierto qué es " deénd"
    Un saludo.
    Pepa

    ResponderEliminar
  2. Hola Pepa, deénd es the end, el final.
    saludos

    ResponderEliminar
  3. Hola Carlos,
    Ayer vi el documental y me quedé enganchada al tema también. Lo de las impresoras es impresionante! Pero creo que lo que más me impactó es que total después toda la mierda que no queremos la tiramos al vertedero del 3er mundo!
    Es realmente muy triste todo. Pero lo bueno es que me he reído con el modo en que has escrito el artículo.
    A ver si nos empezamos a preocupar más por el modo en que estamos actuando como consumidores.
    Un saludo

    ResponderEliminar