7 de julio de 2010

De fútbol, de banderas y de Españas

El éxito de la selección me provoca varias reflexiones:

1. ¡Qué trabajo cuesta ser de España!...tanto que preferimos ser de La Roja...
2. Si España es la roja, ¿los españoles somos los rojos?...lástima que haya gente que no haya llegado a verlo...
3. El himno oficial no tiene letra. Mejor. Como dijo aquél, preferible ser dueños de nuestros silencios que esclavos de nuestras palabras. Si lo piensas es el himno más moderno: no se mete con nadie, invita al cachondeo, se entiende en todos los idiomas y es muy fácil de memorizar. La prueba es que los erasmus se lo aprenden del tirón. Asumámoslo y seremos felices (como los erasmus). Pensemos que está hecho así a conciencia y no que aún está por terminar. Además, pa decí pamplinas siempre hay tiempo; miren si no el seudo himno ese del "yo soy español, español, español..." que salen algunos nota en la tele cantándolo a pulmón como algo muy español y resulta que la música es rusa, copiada del famoso kalinka. Vamos, que la música no puede ser más "roja".
4. Con la bandera pasa como con el himno, nos da palo exhibirla. Por eso ha triunfao la del toro; debería ser la oficial. Hasta hace poco nadie tenía la camiseta de España. Cuando se ganó la Eurocopa tol mundo buscando la ferry roja llena boquetes que tenía en algún cajón desde el 88. Yo mismo busqué ayer por la mañana una camiseta roja en los cajones y antes de salir tuve que dedicar media hora a preparar una escusa por si alguien me preguntaba. De repente, en el bus, yendo pal bar, alguien me dijo: -¿Tienes hora?... -y yo, nervioso, respondí atropelladamente:
-¿despaña?...si yo siempre voy de rojo...¿juega españa hoy?...
Luego llegas al bar donde vas a ver el partío y está to lleno de erasmus desinhibidos tarareando el himno o el que viva España de manolo Escobar y con la equipación oficial de España, la cara pintada con los colores de la bandera de España, una bandera de España a modo de capa y el bolsillo lleno de condones rojos y amarillos. Y tú, como un capullo, con la ferry roía del 88. Oliendo a humedá. Como un capullo rojo y chuchurrío. Y en ese momento te das cuenta de que aún siendo el único español del bar, no te vas a comer ná por no reconocerlo. Y por gilipollas.
5. Los balcones están llenos de banderas de España relucientes. En cambio en algunos lugares institucionales no cambian la bandera desde que se fue Napoleón. He aquí un ejemplo gaditano:
6. Seguro que si has leído esto ahora mismo me has catalogado como un facha o como un rojo. Consciente o inconscientemente me has encasillado. Es lo que tiene hablar de España en España y colgar o no una bandera en tú balcón. Pues no me encasilles, ya lo hago yo: soy un gilipollas (y no he colgado bandera porque tengo el balcón lleno de cedés y molinillos pa espantá las putas palomas).

En fin... que pa la final igual me compro una bandera de España en un moro. O en un chino. Y le compro la camiseta de Iniesta a un senegalés del top manta...vamos, a cualquiera de los principales proveedores de banderas y camisetas de España (y de la que juegue). Igual así, con suerte, le echo un cable al mantero, gana España y yo me como algo con alguna erasmus... ¡Viva erasmus!...perdón, España...

No hay comentarios:

Publicar un comentario