He llegado a casa arrecío, con los pies congelaos y deseando tomarme un cardito; o meté los pié dentro. Como no había cardito me tomao un pelotaso. Los pié no lo metío porque leshao hielo; dos hielo. Tenía tanto frio en las mano que me los he eshao como en los bare, al revé. Y, como en los bare, la incorrecta disposisión de los hielo ha provocao que se saliera una mijita de wiski que en forma de gota fria ha descendido por mi barbilla y tras salvar la nuez y el firegüal de pelo ha continuado su escalofriante recorrido por mi pecho hasta llegar a las inmediaciones del ombligo donde a punto ha estado de conseguir un hoyo en uno. Ni que decir tiene lo que me ha entrao por el cuerpo. Sus muerto.
Mientras esto ocurría, otra gota fria recorría el sansung del salón. El hombre del tiempo, que ahora es mujer, por suerte, cerraba el telediario de la uno explicando la que va caé a partí de mañana. La tía se estaba gustando. Se estaba recreando con lo bajo que va a volá el grajo. Tanto que ar finá la reconocío y ha dicho: - los afisionao a la metorología y nosotros lo metorólogo estamos disfrutando con este fenómeno nada frecuente. Como ven en el mapa, una lengua de frio siberiano desciende por europa hasta rozar el sur de andalucía. Esto ocurrirá entre el viernes y el sábado...
- ¿una lengua siberiana?, pensé... ¿rozando entre el viernes y el sábado?... ummmm...
Reconozco que el primer impulso fue más guarrón que friolero, pero inmediatamente entendí el alcance de aquella predicción. La tía siguió disfrutando mientras comentaba las previsiones sobre temperaturas, nevadas y velocidad de los vientos. Y luego se detuvo en eso precisamente, en la mezcla de estas variables y su consecuencia: la sensación térmica. Ahí me cagué.
Todos los años por estas fechas lo mismo; me se meten el frio y el miedo en el cuerpo a la vez. O mejor dicho, me lo meten. Porque en cuanto se abre la veda y alguien suelta en la tele lo de la sensación térmica... ¡ea!...¡a cagarse de frio por cojones!... ¿estará detrá el lobby de los vendedores de sábanas de franelita y pirineos?... Fijo. Cada vez lo tengo más claro porque justo al acabar el tiempo la uno anunció su peliculón para este domingo: El día de mañana. Una película de catástrofes sobre la llegada de una nueva glaciación tras un período de cambio climático. Y la tienen que echá el domingo, justo el día que acaba de decir la tía del tiempo que el grajo va a subí al quinto... qué casualidad...
Pero no contentos con eso, por si acaso aún quedaba algún incrédulo como yo resisitiendo sin mesa camilla ni paduana frente al sansung, cogen los cabrones de la uno y programan después un especial de comando actualidad dedicado al frio llamado "bajo cero". Ahí me pasé al vodka. Sin hielo ni ná. Me rindo y me lo creo. Moscú en mi salón. Ya lo dije el año pasao: tengo la sensación térmica de que hace un frio del carajo.
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